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jueves, 15 de octubre de 2009

The Royal Tenenbaums (USA, 2001)


La película que se presenta esta semana, como no podía ser de otra manera, se caracteriza por su particular sentido del humor así como por una fuerte originalidad, con un estilo claramente distintivo. Este estilo, querido lector, es aportado por su director Wes Anderson e identifica unívocamente a sus obras (entre las que se puede mencionar La vida acuática y Viaje a Darjeeling). Mezcla de comedia y drama, el largometraje presenta un desfile de personajes muy extraños -interpretados por actores de gran categoría- que exhiben sus raros modos con naturalidad. Las descripciones predominan a través de imágenes de alto despliegue visual, una permanente sensación de inacción y un logrado sentido del absurdo.

Los excéntricos Tenenbaums narra el acontecer de una familia muy especial, precisamente los Tenenbaums, que está compuesta por Etheline (Anjelica Huston), Royal (interpretado magistralmente por Gene Hackman), y sus tres hijos: Margot (Gwyneth Paltrow) –que es adoptada, Richie (Luke Wilson) y Chas (Ben Stiller). Pese a ser muy diferentes entre sí, los tres hermanos tienen algo en común: fueron niños prodigios. El futuro se avecinaba sumamente promisorio para los tres jóvenes genios, pero la ilusión no duraría mucho: un día durante su temprana adolescencia, Royal decide huir de la casa y abandonar a su familia. El duro golpe será acusado por los niños, que pronto verán desvanecidas sus habilidades y sus vidas envueltas en lo normal y ordinario. Veintidós años después, Royal se encuentra sin dinero y desalojado del hotel en el que vive. Sólo lo acompaña su fiel asistente Pagoda. Ante este panorama, y habiendo recibido la noticia de que Etheline planea casarse con su contador (Danny Glover), es que Royal engendra un plan para regresar a la casa y recuperar a su mujer y sus hijos: va a acusar un cáncer de estómago que lo transforme en víctima y le gane la compasión de todos.

Pero una vez en la casa nuevamente, las cosas son muy diferentes a las que esperaba. Margot se ha casado con un neurólogo (Bill Murray) que investiga obsesionadamente un extraño desorden patológico, no obstante lo cual mantiene un romance con el vecino - un asiduo consumidor de estupefacientes (Owen Wilson), que es el mejor amigo de Richie quien, a su vez, ha estado enamorado siempre de Margot y cuya carrera tenística se encuentra en decadencia. Chas, por su parte, tiene dos hijos -Ari y Uzi, a quienes sobreprotege desde la trágica muerte de su esposa, y aún guarda enormes rencores hacia su padre. Dentro de este contexto es que Royal pondrá en marcha su plan para reconquistar a su disfuncional familia. Pero, claro, su mentira es pronto develada y, con ella, nuevos problemas y acontecimientos saldrán a la luz.

El inteligente guión de Anderson, escrito en colaboración con Owen Wilson, destaca por su constante ironía y el profundo análisis de los personajes. Abundan la extravagancias y la mayoría de las situaciones son estrambóticas y desopilantes. Más allá de eso, la narración (a cargo de Alec Baldwin) dota de seriedad a las acciones generando un interesante contraste. Otro elemento digno de destacar es la música, con una gran cantidad de temas de rock y punk de reconocidas bandas. Es así como se compone este excelente film, que tiene tanto de excéntrico (así lo indica su nombre en la polémica traducción) como de magnífico.

Publicado por BC

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